Hay una palabra que define lo que están sintiendo algunos inversionistas que tenían sus apuestas en renta fija local, a juicio de Guillermo Kautz, gerente de Renta fija de MBI AGF: “dolor”. Es que la deuda nacional ha sufrido por fuertes alzas de tasas en octubre, algo que en este mercado significa pérdidas de capital. Kautz da un ejemplo para entender la magnitud: el bono en UF de Tesorería (BTU), con vencimiento a 2030, partió el mes con una tasa de UF+2%, pero ha saltado hasta UF+2,56% actualmente. Un alza de 56 puntos base en un papel de duración de solo 5,5 años, advierte, no son buenas noticias para el mercado.
Otro ejemplo para ver la magnitud en la que se ha desplomado la renta fija chilena está en el fondo E, que tiene el 87% de sus posiciones en papeles de deuda local. En octubre, ha perdido 4,68% (al cierre del 27 de noviembre), su peor desempeño mensual histórico, según Ciedess, y un giro frente a las rentabilidades positivas que estaba alcanzando.
Un golpe a la deuda local que, además, se da cuando miles de inversionistas se alejan de los depósitos a plazo en busca de más rentabilidades y ven, como primer paso, a la renta fija chilena. Los partícipes de fondos mutuos de deuda (tanto larga como corta) han saltado desde los 803.239 en enero, hasta 947.279 en septiembre.
Impacto externo
“Sin lugar a duda, en la renta fija local se han observado presiones”, advierte Kautz. Y ve algunas causantes. “Está relacionado principalmente a factores externos”, agrega.
“Ha sido casi en su totalidad por la correlación con las tasas externas, la cuales han subido considerablemente durante octubre”, dice José Godoy, gerente de renta fija de Itaú AGF.
La renta fija local ha estado presionada en el último tiempo, con alzas de tasas en prácticamente toda la curva, pero especialmente golpeada en los bonos entre 5 y 10 años, advierten analistas. Los impactos provienen desde afuera: el alza de las tasas de los bonos del Tesoro de EE.UU., de la mano de una economía resiliente y un potencial triunfo de Donald Trump en las presidenciales, ha estado contagiando a la deuda chilena. Y las presiones podrían continuar, advierten varios.
El golpe de la renta fija local en octubre fue bien generalizado. “Se han visto alzas de 60 puntos base en toda la curva, tanto pesos como UF”, advierte Godoy.
Las tasas medidas por los bonos de Tesorería (en pesos y UF) “han subido en octubre entre 50 y 60 puntos básicos en plazo de 10 años”, agrega Cristián Araya, gerente de estrategia de Sartor Finance Group. Con un movimiento alcista que se ha dado en toda la curva, agrega que el incremento “ha sido más pronunciado en la parte larga”, es decir, en plazos mayores a 5 años.
“Los plazos entre 5 y 10 son los más castigados”, especifica Felipe Alarcón, economista asesor de EuroAmerica.
Hay bastante consenso en el mercado sobre qué está detrás del mal momento de la deuda chilena. “El eje central está en las tasas del bono del Tesoro norteamericano, que han subido, básicamente por el alza en las probabilidades de que Trump gane las próximas elecciones, además del aumento de las posibilidades de que esto venga de la mano con un control republicano del Congreso”, dice Araya.
“Responde a las tasas de bonos del tesoro, casi en exclusiva al ‘Trump trade’”, agrega Alarcón. Hace referencia al posicionamiento del mercado ante un posible triunfo del exmandatario, que llevaría a políticas más proteccionistas —golpeando a los mercados emergentes— e inflacionarias, que podrían restringir los recortes de tasas de la Fed.
“La importante reversión mostrada por las tasas en EE.UU. está asociada a una mayor probabilidad de triunfo de Trump, lo que ha provocado una presión vendedora sobre la curva local”, dice Kautz, de MBI.
Inflación y dólar
Al efecto Trump, se suman otros elementos que han influido en el alza de los rendimientos del Tesoro norteamericano. “Los principales factores de este movimiento han sido la sorpresa inflacionaria del mes de septiembre y el movimiento de tasas americanas principalmente por la mejoría en los datos de actividad en ese país y la incertidumbre por las elecciones”, dice Rodrigo Barros, gerente de Renta fija en Bci Asset Management.
Y Kautz agrega otro factor de segunda vuelta: mayores tasas en EE.UU. y un avance de Trump en las elecciones están presionando al alza al dólar. Este saltó en casi $60 solo en octubre y el miércoles pasado superaba los $960. Y, dado el efecto en la inflación local que puede tener la depreciación del peso chileno, “podría incidir en la trayectoria de la TPM”, sostiene. Esto terminaría por agregar otra presión al alza en las tasas locales, que tienen interiorizado un ciclo de recortes del emisor.
Hacia adelante, advierte Godoy, el mercado de deuda local seguirá dependiente en gran medida de los movimientos externos. Y ahí varios no son muy optimistas. “Con las altas probabilidades de que sea electo Trump, las tasas debiesen seguir al alza”, dice Alarcón.
Y, con la inflación volviendo a recuperar la relevancia en medio de las propuestas que planearía implementar Trump en la Casa Blanca, “se limitarían los espacios para reducciones de política monetaria en otros países”, añade Araya.
Fuente: La Tercera -Pulso