La economía chilena creció un 2,5% interanual en abril, una cifra dentro de lo esperado. En el Gobierno la calificaron de una “buena noticia”, mientras expertos instan a no “conformarse con tan poco” en materia de crecimiento, sobre todo tras la última Cuenta Pública del Presidente Gabriel Boric en que gremios criticaron la ausencia de medidas de reactivación.
El Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) fue empujado por el mejor desempeño de la producción minera. Eso compensó la caída en la industria manufacturera y el comercio minorista, en medio de la guerra comercial que por ahora no muestra mayores impactos a nivel local.
El Imacec, una aproximación del Producto Interno Bruto, subió en 0,6% (desestacionalizado) respecto de marzo pese a contar con un día hábil menos.
Antes de viajar a la reunión de ministro de finanzas de la OCDE, el titular de Hacienda, Mario Marcel, resaltó que el dato corresponde a “buenas noticias para el inicio del segundo trimestre del año. Esperamos ver cómo se desenvuelve lo que resta de este trimestre, porque va a ser muy clave para determinar el ritmo de crecimiento del año en su conjunto”.
A su juicio, el 2,5% refleja que la economía se expande “por encima de las expectativas, por encima de las estimaciones de crecimiento tendencial y por encima del promedio histórico de los años previos a la pandemia”.
Para Andrés Pérez, economista jefe para Latam de Itaú, más allá de la volatilidad habitual de la minería y los efectos transitorios —como el turismo de compra de argentinos que visitan el país—, la economía sigue creciendo en torno a su “menguado potencial”.
En la misma dirección, el economista sénior de Coopeuch, Nicolás García, precisa que el desempeño de la economía “continúa muy incidido por el sector minero” y que al descontar la estacionalidad y el efecto calendario, el Imacec sin la minería muestra un comportamiento “moderado”.
En una mirada hacia adelante, Lorena Palomeque, economista del Banco Santander, destaca que los datos de abril “confirman el término de varios impulsos temporales, como la cosecha frutícola y ciertas líneas (en la industria) de alimentos. Es por esta razón que se anticipa una moderación en el ritmo de crecimiento en los próximos meses”.
Mitos y verdades
El indicador que mide la temperatura de la actividad económica se conoció un día después de que el Presidente Gabriel Boric entregó su última Cuenta Pública. En esa ocasión manifestó su deseo de que se recuerde su administración como una que “gestionó de manera responsable y justa la economía”, en la cual el “punto de inflexión ya se está produciendo” hacia un mayor dinamismo de la actividad, tras aplicar en 2022 “un duro ajuste fiscal a una economía sobrecalentada”.
El coordinador macroeconómico de Clapes UC, Hermann González, señala que con niveles de crecimiento de entre 2% y 2,5% “no se llega muy lejos. No son para sentirse que el país tiene la pega cumplida en materia de crecimiento y el Presidente en la Cuenta Pública no comprometió ninguna medida (en esa dirección)”.
“Es necesario reconocer que más allá del ajuste fiscal del primer año, en este período el país se vio afectado por la incertidumbre derivada tanto del programa de gobierno, como del debate constitucional”, enfatiza González.
En tanto, Matías Acevedo, exdirector de Presupuestos en Piñera II y actual académico de la Universidad de los Andes, recuerda que “respetar el ajuste fiscal del presupuesto elaborado por el gobierno anterior fue un aporte a estabilizar la economía, pero no fue el factor más importante para normalizarla”. Y agrega: “Hay bastante consenso en el mercado y sus indicadores de que la economía logra disipar la incertidumbre cuando el mercado internaliza que la primera propuesta del proceso constituyente iba a rechazarse y luego esto se ratifica en septiembre de 2022. Después viene en marzo de 2023 el rechazo a la propuesta tributaria, que termina por disipar la incertidumbre que quedada”.
La “inflexión”
El resultado del Imacec de abril estuvo incidido por el crecimiento del 10,7% que registró la minería, ante una mayor extracción de cobre, y por los servicios, que crecieron un 1,2% interanual (ver infografía).
En contraste, el comercio retrocedió 0,5% en su medición mensual y la producción industrial descendió 0,4% mes contra mes, desestacionalizado.
En ese contexto, para los economistas el desempeño de abril estuvo más bien dentro de lo esperado, por lo que surgen dudas acerca de si la actividad se encuentra en su punto de inflexión.
En opinión de Sergio Lehmann, economista jefe del banco Bci, el Imacec de abril evidencia la presencia de componentes más estructurales que continúan dando cuenta de un desempeño débil. En particular, apunta a que el comercio y manufacturas retroceden respecto al mes previo, mientras la minería muestra un repunte, pero de carácter más bien transitorio.
“Pareciera que nos estamos conformando con muy poco, aun sabiendo que con las tasas de crecimiento que se registran, el sueño de ser desarrollados no tiene posibilidades de concretarse”, enfatiza Lehmann.
Ambición y medidas ausentes
Para dar impulso al crecimiento se requieren mayores incentivos para la inversión, remarca Lehmann. También apunta a una mano con menos burocracia y un marco tributario “más simple y justo, mayor flexibilidad laboral e impulso en la productividad”. “En términos concretos, avanzar de forma más ambiciosa en ‘permisología’, reducir impuesto corporativo al promedio de la OCDE, reintegración del sistema tributario, eliminar impuesto a las ganancias de capital. Del lado laboral y productividad, contratos de trabajo flexibles, incentivos para la capacitación”, dice Lehmann.
Más crítico, Hermann González dice que “no se ha hecho la pega en materia de crecimiento, hay mucho trabajo por hacer. El Gobierno, de acuerdo con lo expuesto por el Presidente Boric en la Cuenta Pública, parece conformarse con los resultados obtenidos, que la verdad son muy pobres”.
El economista de Clapes UC recuerda que el crecimiento no era una prioridad al inicio de este gobierno y “pienso que aún no lo es, aunque sea parte del relato oficial. La inversión cayó en Chile los últimos dos años sin mediar una crisis externa y el sector de la construcción atraviesa un deterioro sin precedentes que parece no inquietar demasiado a las autoridades”. Por ello, remarcó que en el corto plazo, impulsar la actividad pasa necesariamente por una recuperación vigorosa de la inversión y para ello se requiere mejorar la competitividad tributaria, junto con acelerar la tramitación de permisos sectoriales y ambientales.
Andrés Pérez, de Itaú, es enfático en que se debe priorizar el crecimiento económico con medidas concretas que agilicen la inversión privada.
En este contexto, el diagnóstico en torno a los beneficios de reducir la “permisología” parece bastante claro, agrega. No obstante, apunta a que medidas que eleven aún más el costo del factor trabajo, tales como la negociación ramal —como lo anunció el mandatario en la Cuenta Pública— “no parecen conducentes a priorizar la creación de empleo, inversión y crecimiento económico”.
“En tiempos que la incertidumbre externa seguirá elevada, está en nuestras manos fomentar un entorno de menor incertidumbre de política económica local”, concluyó.
RETROCESO
El comercio retrocedió -0,5% en su medición mensual y la producción industrial descendió -0,4% mes contra mes.
Fuente: El Mercurio.