Volver a Noticias 08 marzo 2023

Energías solar y eólica se convierten en las principales fuentes de generación energética en Chile

Las energías solar y eólica se convierten en las principales fuentes de energía en Chile, superando al carbón.

El desierto de Atacama tiene uno de los índices de radiación solar más altos del planeta —3.500 KWh por metro cuadrado—, 2 mm de precipitaciones y más de 4.000 horas de sol promedio al año, además de poco viento y escasa humedad en el ambiente. Por eso es considerado ‘el mejor lugar del mundo para producir energía solar’, como lo calificó el Washington Post en un estudio.

Con la mayor cantidad de proyectos en desarrollo, las energías producidas a partir del sol y el viento están permitiendo desplazar sostenidamente a las fuentes térmicas, allanando el paso de nuestro país a la descarbonización. Al mismo tiempo, plantean nuevos requerimientos para potenciar su uso. Ello ha llevado a que las fuentes solar fotovoltaica (FV) y eólica sean cada vez más parte determinante de la energía producida en Chile, habiendo más que duplicado su participación en la matriz energética, al pasar de un 12,4% a un 28% entre 2018 y 2022, de acuerdo a Generadoras de Chile. Esto contribuyó a que en 2022, por primera vez después de 15 años, la generación total de energía renovable (ER) superara a la térmica, con un 55,3% versus 44,4% de participación, apalancando el camino a la descarbonización. Hace cinco años el carbón era la principal fuente de generación eléctrica, con casi un 40%; en 2022, bajó a 23%.

En la medida que se avance en estos y otros aspectos, Chile podrá avanzar hacia la meta de alcanzar la carbono neutralidad y resiliencia climática al 2050, según la Ley Marco de Cambio Climático. Daniel Olivares, director del Center for Energy Transition (Centro para la Transición Energética, CENTRA) y profesor asociado de la Facultad de Ingeniería y Ciencias en la Universidad Adolfo Ibáñez, explica que ‘en la matriz eléctrica esto significa lograr que más del 95% de la energía generada anualmente provenga de fuentes renovables. Se han analizado distintos escenarios de transición acelerada, que permitirían alcanzar la meta el año 2042 si se anticipa el cese de la generación a carbón al 2030 (el calendario actual lo considera al 2040)’.

Fuente: El Mercurio.