El Tratado de Libre Comercio entre México y Chile

El Tratado de Libre Comercio (TLC) entre México y Chile, firmado en 1998 y vigente desde 1999, ha tenido un impacto significativo en ambos países durante los últimos 25 años. A lo largo de este periodo el tratado ha generado enormes beneficios, pero también desafíos. Ha sido objeto de estudio y análisis en diversas publicaciones académicas y gubernamentales, siendo catalogado como uno de los más exitosos en la historia de ambos países.

Entre los principales beneficios del TLC se encuentra el aumento del intercambio comercial, el cual se ha más que triplicado durante este periodo. Lo anterior ha permitido a México y Chile diversificar sus mercados y aumentar su competitividad a nivel internacional. Por otro lado, la inversión binacional ha experimentado un vertiginoso aumento y finalmente hemos logrado vencer la barrera de la distancia geográfica, para convertirnos en socios estratégicos en múltiples ámbitos.

A través del TLC se ha fomentado la creación de empleo, la transferencia de tecnología y la mejora de la productividad, generando un impacto positivo en la economía de ambos países.
Sin embargo, el tratado también ha enfrentado importantes desafíos por factores externos como la incertidumbre económica global, las distintas crisis que hemos sorteado a lo largo de estos años y los importantes cambios tecnológicos que plantea la era digital.

Lo anterior nos obliga a transitar hacia una modernización del TLC para adecuarnos a los nuevos tiempos. Debemos estar preparados para enfrentar una mayor exigencia en lo social, económico y ambiental. Debemos ser capaces de comprender las diferencias culturales que pueden causar malentendidos, así como las distintas maneras de hacer negocios.

Un tratado moderno significaría tener un terreno legal y regulatorio acorde a los nuevos tiempos, con el fin de facilitar aún más el comercio y la inversión. Hoy en día para las empresas es necesario también mantener una eficiente gestión de los distintos grupos de interés, incluyendo a gobiernos y comunidades.

Nuestra relación bilateral crece y se consolida con el pasar del tiempo. Hemos fortalecido nuestros lazos, no solamente el lo político y comercial, también se ha profundizado la cooperación en temas tan importantes como educación, cultura y turismo. Ambos países han promovido intercambios académicos y culturales.

La Cámara de Integración Chileno Mexicana ha sido un organismo facilitador a lo largo de este cuarto de siglo. Cómo presidente de CICMEX he tenido el privilegio de ser testigo del esfuerzo y visión de muchos hombres y mujeres, chilenos y mexicanos, que han sido fundamentales para construir los cimientos de nuestros profundos vínculos. Los invito a que sigamos avanzando juntos en esta senda de hermandad, progreso y profunda amistad entre nuestras naciones.

Fuente: El Mercurio.